NAZOA

El que escribe para comer, ni come ni escribe. Así escribía Aquiles, el alma de Venezuela hecha poeta, el hijo de San Juan, el transeúnte de la Plaza Capuchinos, el juglar de la cotidianidad.

Creo en Pablo Picasso, todopoderoso, creador del cielo y de la tierra, el inicio de su credo, el que lo mantiene vivo guiando a los visitantes por las salas de Bellas Artes, el que vivió en El Morrocoy Azul y El Tocador de Señoras, el que permanece vivo en El Universal y en El Nacional.

La pluma que nos enseñó La Importancia y Protección de la Ñema de Colón, el hombre que nos obsequió con su Humor y Amor. Aquel que dedicó a María Teresa Castillo la Balada de Hans y Jenny, reivindicando en amores al nórdico cuentista.

Aquiles sigue con nosotros, con sus con sus queridos animales por los que una vez solicitó al artista:Zapata dibújame un perro. Como quisiera que el tiempo me permitiera decirle: Aquiles escríbeme un perro.

A mala hora nos abandonaste, pero quiso el espíritu de tu pueblo que tu pluma nos acompañe cada día como el sentimiento de tu noble tierra.

Obsequiamos al lector con la versión musicalizada del poema de Aquiles Nazoa, El Loco Juan Carabina, en la gloriosa voz del maestro Simón Díaz.

Obsequiamos al lector con la versión musicalizada del poema de Aquiles Nazoa, El Loco Juan Carabina, en la gloriosa voz del maestro Simón Díaz.