Del puente a la alameda menudo pie la lleva, así dice el vals, una de las canciones más hermosas que haya creado el ingenio humano y afortunadamente latinoamericano, La Flor de la Canela.
Jazmines en el pelo y rosas en la cara airosa caminaba doña Victoria Angulo Castillo, la dama que inspiró el vals. La gran Chabuca nos regaló este portento de canción en 1.950 y rápidamente se convirtió en una de las mas representativas del incaico Perú, desde esa época se pasea entre el ají de gallina, Machu Picchu, la carapulcra, el pizco, Lima, el nevado y ardiente Misti, Arequipa y hace mistura de todos ellos para llevarlos al mundo entero.
Viene al recuerdo La Flor de la Canela porque aquellos que todo lo saben y todo lo quieren investigar se han dado a la infeliz tarea de atribuir su autoría a Bola de Nieve. Si bien es cierto no dudo que el ingenio del moreno artista, a quien dicho sea de paso admiro incondicionalmente, haya sido capaz de crear una pieza de tan elaborado argumento, no es menos cierto que el Perú y Chabuca Granda merezcan, en caso de ser cierta la sacrílega información un silencioso respeto. Además si algo de tal magnitud hubiese ocurrido, es asunto únicamente de Bola y Chabuca, el resto de los mortales sobramos.
Para mí, para Bola, para el Perú y para el resto de la humanidad La Flor de la Canela es, siempre ha sido y será de Chabuca Granda y Fina Estampa lo confirma.
Por supuesto obsequiamos al lector con La Flor de la Canela en la voz de Chabuca Granda, su autora.
Por supuesto obsequiamos al lector con La Flor de la Canela en la voz de Chabuca Granda, su autora.
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