El 16 de julio de 1.950 un poco
antes de las tres de la tarde Joao Ramos do Nascimento, mejor conocido en el
ambiente futbolístico como Dondinho entra al enorme estadio Maracaná de Rio de
Janeiro en compañía de su hijo Edson para ver a la selección de Brasil
coronarse campeona mundial ante Uruguay, no sabía el ex jugador del Atlético
Mineiro la magnitud de la tragedia que se aproximaba.
En el segundo tiempo el partido
se encontraba empatado a un gol y ese resultado le daba a la selección
brasileña el campeonato mundial pero faltando once minutos para el final
Uruguay rompió el empate con un gol de Ghiggia, los casi doscientos mil
asistentes al estadio se sumieron en un silencio espeluznante y momentos
después Dondinho rompió en llanto al observar al equipo de sus amores perder la copa, el niño Edson observó a su padre e intentando consolarlo le
dijo que algún día ganaría un campeonato mundial para él.
Casi 20 años después, el 21 de
junio de 1.970 en el Estadio Azteca de ciudad de México un jugador vistiendo la
camiseta 10 de la selección brasileña hace un pase sin mirar con su botín
derecho para que el capitán Carlos Alberto que venía en poderosa carrera desde
el fondo anotara el cuarto gol de su equipo, que dio cifras definitivas al partido donde Brasil
ganaba el campeonato mundial de fútbol, esa tarde mexicana el niño Edson convertido
en el rey Pelé ganaba por tercera vez la copa, la promesa del niño a su padre había
sido cumplida con creces.
Pelé debutó a los 15 años con el
club Santos de Sao Paulo y ganó con Brasil las copas del mundo de Suecia 58,
Chile 62 y México 70, al momento de su retiro en el año 77 el nativo de Tres
Corazones había marcado más de 1.200 goles.
El astro brasileño fue elegido
por la FIFA como el mejor futbolista del siglo XX, nombrado Caballero de Honor
del Imperio Británico, Ciudadano del Mundo por la ONU, Embajador de la UNESCO y
fue Ministro de Deportes de Brasil.
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