RECUERDOS DEL CUATRICENTENARIO DE BARQUISIMETO


A continuación presento el relato de mi padre José Ramón Quero Torrealba, que rememora la celebración de los 400 años de la fundación de Barquisimeto.


MEMORIAS DE MI CIUDAD (SESENTA AÑOS DESPUES)
El año 1952 se conmemoró el cuatricentenario de la ciudad de Barquisimeto (fundada en 1552). Entre las actividades para celebrar tan importante fecha, se realizó una feria exposición industrial y agropecuaria. Para tal efecto se construyó, con visión futurista,  una edificación en donde años después, funcionarían el Grupo Escolar Dr. Ramón E. Gualdrón y la Escuela Técnica Industrial.

Nuestros remotos, pero precisos recuerdos de infancia, traen a la memoria hechos que pudimos presenciar a los  nueve años de edad. El complejo ferial presentó, además  de todo tipo de rubro proveniente de la producción industrial y agropecuaria, las mayores creaciones artísticas y culturales tanto nacionales como foráneas. Esto incluye presentaciones musicales, circenses, y variadas diversiones para grandes y chicos. Recuerdo los elefantes York: eran símiles mecánicos del paquidermo, que giraban en torno a una fuente ubicada en el patio central de la edificación, y que por la módica suma de un real, paseaban  a los asistentes.

También pude presenciar la presentación  del Museo Taurino, que no debió ser, precisamente, apto para niños de mi edad. Sin embargo ocurrió, constituyendo una de las mayores pruebas de valor en mi vida. En él se relataban, mediante perfectas figuras de cera, la fatales “cogidas” sufridas por reconocidos matadores de toros en los más fulgurantes períodos de la historia de la fiesta brava. Al final de la galería, separada por una cortina, se encontraba una habitación, en cuyo interior se representaba la escena mortuoria del famoso maestro del arte de Cúchares, Manuel Rodríguez Sánchez “Manolete”.

Otro hecho relativo a la Barquisimeto cuatricentenaria, en el cual me vi indirectamente involucrado, fue en la construcción del monumento conmemorativo de aquel acontecimiento: el obelisco. Mi padre, quien ejercía el oficio de contabilista, administró la oficina de la compañía Técnica Constructora, la cual bajo la conducción de Rafael Raga como ingeniero residente, construyó el coloso de concreto que hoy como silencioso guardián de la ciudad, se erige impertérrito para la posteridad.
José Ramón Quero T.
Septiembre de 2012 

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