No más de cuatro años duró la historia de Bonnie Elizabeth Parker y Clyde Chesnut Barrow, durante la depresión en los Estados Unidos.
Se conocieron en 1.930 en Texas, el pequeño Barrow a pesar de su corta edad ya era un viejo pájaro de cuenta, con mas de quince bancos robados en compañía de su banda, la menuda Parker era una camarera separada de su marido un año antes.
Una vez juntos Bonnie & Clyde, comienza la leyenda. La banda Barrow se especializa en atracos a comercios, bancos y armerías, sus secuaces fueron, entre otros a Buck Barrow, hermano de Clyde, herido de muerte cerca de Dexter, Iowa, la esposa de Buck, Blanche, posteriormente condenada a diez años, Raymond Hamilton, detenido en Michigan y condenado a 263 años de prisión, que liberarían luego en una audaz operación, Joe Palmer, el asesino del guardia Crowson en el escape de Hamilton y Ted Methvin, el judas.
Después de la liberación de Hamilton en enero del 34, que costó la vida del guardia, se desató una cacería humana por parte de los Texas Rangers. Para agravar la situación, en abril, Barrow y Methvin, con Parker como observadora, asesinaron a dos policías de tráfico cerca de Grapevine, Texas, estos hechos sangrientos cambiaron la opinión del público con respecto a los románticos fugitivos.
El 23 de mayo del 34, en combinación con Ted Methvin, seis oficiales, entre ellos Prentiss Oakley, ayudante del sheriff de Bienville Parish, Luisiana, quien disparó la certera bala a la cabeza que cegó la vida de Clyde, emboscaron a la pareja. Henry Methvin, el padre de Ted, detuvo su camioneta en la orilla de la carretera y alrededor de las nueve de la mañana, Clyde junto a su compañera de amores y aventuras, aplicó los frenos de su Ford V8 robado, para conversar con el veterano señuelo.
Los oficiales de la ley, ocultos entre los cómplices arbustos, abrieron fuego con fusiles automáticos hasta acabar con sus cargadores, ya con el viejo sedán americano sin rumbo fijo, apelaron a las escopetas hasta vaciarlas, con el vehículo envuelto en una nube de humo, procedieron a descargar sus pistolas en el ya agujereado metal. Se contaron cerca de 200 impactos de bala en la carrocería del coche.
La leyenda yacía inerte y ensangrentada en los asientos del automóvil. Muchas fueron las críticas acerca del operativo que acabó con la vida de Barrow y Parker, innumerables las anécdotas que involucraron a sus cuerpos sin vida. El entierro de Parker fue presenciado por mas de 20 mil personas. Bonnie descansa en el Crown Hill Memorial Park y Clyde en el Western Heights Cementery, ambos en Dallas, Texas.
Canciones, poemas, dantescas fotografías de sus cadáveres, movilizaciones multitudinarias, verdades y mentiras, todo ello forma parte de la romántica y fugaz historia de dos forajidos, Bonnie & Clyde.
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